La censura siempre ha estado
presente y más en la literatura infantil pero concretamente en España, a partir
de los años 80 empiezan a surgir libros para niños con muchas menos censura, ya
que, ya no existía una dictadura.
Algunos temas censurables han
sido y siguen siendo la muerte, discriminación, dolor, violencia familiar,
sexo, el diablo… Estos temas tabús se han generado siempre como consecuencia de
la excesiva sobreprotección por parte de los adultos a los niños, pero a mi
parecer es necesario que la literatura infantil hable sobre temas relativos a
la realidad que se vive en cada momento para poder explicárselo a los niños de
la manera más fácil posible.
Hoy en día existe literatura
infantil que comienzan a tratar temas que antes eran censurados, aunque
dependiendo de los temas no se tocan de manera muy directa. Quizá el problema que debamos
superar actualmente es el sentido dogmático de la literatura infantil que se ha
dado tiempos atrás y que seguimos arrastrando. Se mostraba un estereotipo de
niño, el cual debía ser educado y tener unos límites bien establecidos para no
sufrir consecuencias negativas. Esto unido a la fuerte relación de la
literatura como medio para las enseñanzas católicas ha hecho que la evolución de
la literatura infantil tuviera un largo recorrido.
Cierto es que no podemos perder
de vista el hecho de que son niños y por ello, no tienen la misma madurez ni capacidad
para afrontar ciertos temas como un adulto, pero eso no quiere decir que haya
que ocultarles ninguna realidad, sino que se debe adecuar y cambiar la forma de
transmitir ciertos mensajes. Por esto, la literatura infantil que va dirigida
expresamente a niños y niñas tiene un papel principal, convirtiéndola en un
instrumento eficaz para la transmisión y la educación.
Yasmin Liaño
No hay comentarios:
Publicar un comentario