viernes, 5 de febrero de 2016

La orientación sexual en los cuentos

Lo que saco en claro tras la reflexionar sobre este debate es que está claro que las diferencias no tienen por qué seguir existiendo, ya que no nos vienen dadas por ser hombre o mujer. Todos tenemos la posibilidad de lograr un cambio y fomentarlo en la sociedad. El problema no es la necesidad de ser aceptados, sino los límites que hay marcados para que esto sea así.

Por ello, encontramos unas sociedad muy corta de miras, en la que existe un clasismo explicito e implícito, que se deja ver a través de pensamientos y acciones de la gente. Esta mirada crítica de la sociedad da lugar a la exclusión de las personas que no se identifiquen con lo establecido en la sociedad como “normal”. Al igual que ocurre con las normas que se les imponen desde bebés por ser niño o niña (comportamientos, juguetes, ropa…), la familia no tiene por qué decidir sobre algo personal del niño/a. Tendrá que ser la propia persona la que, a través del proceso de aprendizaje, decida cómo se identifica y cree su propia identidad.

Es necesario trabajar la tolerancia, ante todo no escondiendo y apartando a todo el que se sale de la norma social, sino teniéndola presente en nuestra vida, haciéndola una realidad más cercana. Se debe continuar con la despatologización de estos colectivos, demostrando que no son enfermos. Para esto, será necesaria una concienciación de la sociedad y nosotros como futuros docentes tenemos una herramienta esencial para conseguir este cambio: la educación.

                          Yasmin Liaño

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