jueves, 18 de febrero de 2016

ECHANDO LA VISTA ATRÁS...

Esta semana haciendo limpieza encontré varios mini cuentos que escribí cuando tenía ocho años. Es cierto que me encantaba escribir y daba igual si eran cuentos, postales, diarios, cartas... pero con el tiempo he ido dejando esa afición de lado, en cambio el gusto por la lectura ha ido en aumento a lo largo de estos años. Paso a compartir uno de los relatos que encontré:


EL DUENDE JUGUETÓN

Había una vez un duende muy juguetón, eran tan tan tan juguetón que siempre les estaba gastando bromas a los animales y a los animales que más más más bromas les gastaba era a las hormigas.

Un día, como estaban hartos de que el duende les hiciera tantas bromas, a un elefante se le ocurrió una idea. La idea era esta: una serpiente tenía una amiga duendecilla así que el elefante corrió muy deprisa hasta que por fin encontró a la serpiente. Como vio que la amiga estaba encima de la cola de la serpiente le explicó todo lo que les hacía el duende juguetón. 

El elefante, la serpiente y su amiga buscaron al bromista hasta que le encontraron, de nuevo, haciendo bromas a las hormigas.
La duendecilla fue a hablar con él para que dejara ese comportamiento, le llamó y cuando se miraron a los ojos se enamoraron. El duende comprendió, gracias a la duendecilla que esas bromas no estaban bien y no volvió a hacer más.


Yasmin Liaño

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