El pasado 5 de febrero se produjo
en la céntrica Plaza del Canal de Isabel II en Madrid un suceso que, sin duda,
ha dado mucho que hablar y ha generado una gran polémica en el ámbito político
y social de nuestro país: un grupo teatral, Títeres desde Abajo, representaba
en esta ubicación una obra para niños, “La Bruja y Don Cristóbal” y durante la
representación mostraron un cartel en el que hacían apología del grupo
terrorista ETA, lo que generó las quejas de padres y todo aquel que lo
presenció y que por supuesto no lo hizo a través de las redes sociales y
ocupando los titulares de los medios de comunicación españoles.
Personalmente considero absolutamente
vergonzoso que los titiriteros realizaran aquella acción que es, sin duda, como
se la ha denominado, una apología terrorista de un grupo que ha causado muchos
daños y estragos en la sociedad y la historia de este país, pero, mirándolo
desde otro punto de vista, no puedo evitar ver un lado irónico en la situación.
Automáticamente los sectores más
conservadores del país y de la Comunidad de Madrid hicieron alusión a la
alcaldesa Manuela Carmena quien, según ellos, lo había tolerado cuando ella
misma condenó este hecho a través de las redes sociales, medios de comunicación
e incluso en los plenos del Ayuntamiento de Madrid pero esto no es válido para
la derecha española que considera que todo hecho terrorista tanto nacional como
internacional (no olvidemos a Venezuela y a Grecia) tiene relación con el
mismísimo diablo, Pablo Iglesias y su partido político “Podemos” que intentan
destrozar nuestro país progresivamente ahorrando cientos de millones de euros a
las administraciones públicas que ocupan desde las últimas elecciones
autonómicas mientras los buenos, el Partido Popular, no puede evitar que su
cajón de los secretos se abra destapando casi semanalmente nuevos casos de
corrupción entre los miembros de sus filas, facturas que suman un total de 206
millones de euros al estado por parte de Rita Barberá o el exceso de educación
de Mariano Rajoy cuando ni siquiera se digna a estrechar la mano del líder de
la oposición, Pedro Sánchez.
Creo que se ha vuelto a hacer una
demagogia desde los sectores de la derecha más inmovilista hacia los grupos de
la izquierda, sobre todo los más emergentes y que más asustan por lo rápido que
han ido tomando posiciones como es el caso de Podemos y básicamente considero
igual de grave el suceso de los titiriteros que las manifestaciones machistas,
fascistas, franquistas, homófobas y discriminatorias que se producen bastante a
menudo en las capitales de nuestro país y que no se condenan como ha pasado con
los titiriteros a los que en ningún momento defiendo pero sí que considero que,
si queremos justicia e igualdad, sea exactamente así, con justicia e igualdad,
como se juzgue a todo el mundo ya sea un defensor de ETA, un franquista
empeñado en que el “Cara al sol” sea el himno de su patria, hombres que tratan
a las mujeres como objetos, políticos corruptos o infantas que “no sabían de
dónde venían sus desorbitados ingresos”.
Para concluir he de añadir que la
gestión de Manuela Carmena también ha tenido un gran punto de flaqueza en este
asunto (hay que saber ser críticos) pues es el Ayuntamiento de Madrid y más
concretamente la Dirección de Programas y Actividades Culturales quien debería
de haber supervisado la representación y su previo visionado antes de
representarla y no se hizo así, hecho injustificable que no debería de haber
tenido lugar y que, sin duda, tendrá sus repercusiones para Ahora Madrid en
este plano político similar a un patio de recreo de parvulario sin profesores
que lo vigilen y controlen.
Iván Jesús Silva Gutiérrez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario